Hoy ha sido uno de los días más felices y emocionantes de mi vida profesional y personal. La alegría es inmensa y cómo dicen “el lucimiento aún más”. Lo que creíamos imposible hoy fue una realidad. “Gracias al sueño de una madre que me dijo una mañana…. Anoche tuve un loco sueño y ahí comenzó la aventura de llegar a lo que vieron hoy. Tú sabes quien eres, no te gustan los reconocimientos pero yo te agradezco en el alma.” (Ary Ojeda, Presidenta Comité de Padres) Ary me llamó y me contó. La idea no me convencía mucho. Pero el universo conspiró, y para que ese sueño se diera, recibí otra llamada de una amiga y colega directora, Miriam Masis de Añasco, y me compartió una loca idea que iba a hacer con su Clase Senior para que yo usara su idea e inventara. Y una loca idea de una madre se complementaba con otra loca idea de amiga y colega. ¡Y entendí el mensaje! Y la compartí con otra loca amiga mía, mi eterna novia Liset.
Ahí comenzó todo el proceso de planificación que trabajamos con el Comité de Padres, capitaneados por Ary y la colaboración de Carlos Jiménez y Luz Nereida Ramos. La ideas locas se fueron transformando, fueron cogiendo forma convirtiéndose en una graduación histórica y viral en las redes sociales. La cara de felicidad, alegría, entusiasmo y emoción de cada graduado fue un regalo hermoso de un valor incalculable. La satisfacción del deber cumplido, de brindarles una graduación y no dejar pasar el momento, con un protocolo distinto al establecido por nuestra institución, hizo de esta ceremonia una única, diferente e insustituible.
¡Que más podemos pedir en tiempo de una pandemia! Me llevo la satisfacción de haberlos despedido en los predios de nuestro Segundo Hogar, en el verdor de nuestro campus y teniendo de fondo nuestras instalaciones.
Gracias Ary, Mimi y Nancy Hernández. ¡Que el Beato Carlos Manuel nos bendiga a cada instante!
Pedro Juan