
El lunes, 29 de octubre de 2019 de llevará a cabo la actividad de cierre del mes del rosario a las 8:00 de la mañana en nuestro Café Beato. La actividad consistirá en el rezo del Rosario Misionero.
Ese mismo día habrá un día casual a beneficio de las misiones. Donativo $2.00. Los estudiantes y maestros vendrán con la camiseta del color asignado (que representará un continente), mahones y tennis siguiendo el código de vestimenta del CBCMR.
😇 7mo y 11-Mar: Blanco
😇 8vo y 11-Ene: Azul
😇 9no y 11-Hei: Rojo
😇 10mo: Amarillo
😇 12mo: Verde
😇 Ujieres: Negro
El Rosario Misionero es una forma de oración que toma como base al Rosario tradicional, en la cual, por intercesión de María, se pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo. Es una oración mariana universal y misionera, que consiste en rezar los cinco misterios de cada día teniendo presentes los cinco continentes del mundo, pensando en la situación concreta de cada continente desde el punto de vista de la evangelización y de la presencia cristiana, y orando por los misioneros y misioneras, por todos los agentes de la evangelización, y por todos los que aún no conocen la Buena Nueva de la salvación, para que se abran a la luz del Evangelio.
Está estructurado, al igual que el Rosario tradicional en cinco misterios, en cada uno de los cuales se pone como intención a uno de los cinco continentes. Las cinco decenas tienen sendos colores, que representan a cada uno de los cinco continentes desde el punto de vista misional, y recuerdan al que reza, la intención misional de cada decena:
Las cinco decenas son de colores diferentes, representan a cada uno de los cinco continentes desde el punto de vista misional, y recuerdan al que reza, la intención misional de cada decena. «El Rosario Misionero: la decena blanca es por la vieja Europa, para que sea capaz de recuperar la fuerza evangelizadora que ha engendrado tantas Iglesias; la decena amarilla es por Asia, que rebosa de vida y de juventud; la decena verde es por África, probada por el sufrimiento, pero disponible al anuncio; la decena roja es por América, promesa de nuevas fuerzas misioneras; la decena azul es por el continente de Oceanía, que espera una difusión más profunda del Evangelio» (Carta de Juan Pablo II a la Infancia Misionera).
Primer misterio rezamos por la Iglesia de África: En este primer misterio, vamos a recordar al continente Africano con sus más de 500 millones de habitantes, a fin de que su profundo sentimiento religioso le facilite asumir la plenitud de la revelación de Cristo.
Segundo misterio rezamos por la Iglesia de América: Recordamos especialmente en este segundo misterio a nuestro continente Americano, el «continente de la esperanza», donde se registra el más alto porcentaje de católicos, pero que sufre por la escasez de sacerdotes y poco compromiso de los laicos.
Tercer misterio rezamos por la Iglesia de Europa: Ofrecemos este tercer misterio por Europa, para que retorne a las fuentes de su fe que se ha enfriado con el correr de los siglos. Que asuma su compromiso misionero y sea de nuevo motor impulso del dinamismo misionero.
Cuarto misterio rezamos por la Iglesia de Oceanía: Ofrecemos este cuarto misterio por el lejano y pequeño universo de islas que se llama Oceanía, a fin de que sus numerosas razas puedan ser iluminadas y guiadas a la luz del evangelio.
Quinto misterio rezamos por la Iglesia de Asia: Recemos este quinto misterio por Asia, para que la virgen María vuelva sus ojos al continente más poblado del mundo, donde los católicos constituyen tan solo el 2% de la población y la Iglesia es perseguida y combatida.
Entre las diversas formas de participar de la misión de la Iglesia, se encuentra la Cooperación Misionera, que el Papa Juan Pablo lI, en la carta encíclica Redemptoris Missio sobre las misiones, define de la siguiente manera:«Todos los cristianos son corresponsables de la actividad misionera. La participación de las comunidades y de cada fiel en este derecho-deber se llama «Cooperación Misionera»» (RM. 77). «Entre las formas de participación, el primer lugar corresponde a la cooperación espiritual: oración, sacrificios, testimonio de vida cristiana. La oración debe acompañar el camino de los misioneros para que el anuncio de la Palabra resulte eficaz por medio de la gracia divina» (No. 78).